
"¡BIENVENIDOS!"

Primer día, palabra que lo define: incertidumbre. Entramos a la clase, y nos encontramos a la profesora, Cristina, la cual estaba haciendo gestos con ritmo sin hablar. Nos quedamos perplejos, no sabíamos qué hacer, y comenzamos a seguir cada movimiento que ella hacía. Respecto a mi sensación, me preguntaba por qué lo hacíamos, pero a pesar de ello, no podía parar de reír. Entonces lo entendí, estábamos rompiendo el hielo, y vi como todos nos sentiamos más conocidos y familiares.
Más tarde, hicimos un juego por parejas, en el cual teníamos que intentar evitar la mirada del compañero, era complicado y a la vez muy aeróbico, ¡sin respiro! También jugamos a imitarnos, el otro hacía lo que el compañero realizaba; este juego me pareció muy gracioso y entretenido ya que hacíamos tonterías y gestos ridiculizantes para reírnos junto a nuestra pareja, pero siempre con sentido de humor. La variante fue imitarnos un gran número de personas, desde mi perspectiva me ayudó a perder vergüenza.
Finalmente, el juego de vuelta a la calma, "el pianista" el cúal resultó interesante e inquietante a la vez, porque no sabías quién estaba tocándote la espalda. Me gustó, fue divertido y me ayudó a soltarme en la clase. Como conclusión, decir que esta clase, como familiarización y primera toma de contacto me pareció divertida, alegre y risueña.